Hoy en día se puede decir que el tenis se ha convertido en un deporte practicado en todo el mundo, al menos en el primero y en el segundo, porque en el Tercer Mundo tienen otras preocupaciones, como comprenderéis. Desde que se inventó en el siglo XVIII en Francia, pasando luego a toda Europa y extendiéndose por los demás continentes, hemos tenido la suerte de que, en esencia, ha cambiado poco, y tanto sus normas como forma de jugar siguen siendo las originales.
Al menos, en lo que se refiere a las medidas de la pista en la que se juega, de forma rectangular y delimitada por lineas, y dividida en dos por una red, no ha habido variaciones. Y como desde su invención, es un juego individual de a dos, que puede llegar a ser de cuatro separados en dos equipos. Al principio, se jugaba con las manos en vez de con raqueta, pero tras la invención de ésta, se sumó a su equipo para convertirse en uno de sus elementos más representativos.
Y ese mismo equipo (la raqueta, las pelotas y las zapatillas) es el que, aunque manteniendo sus elementos originales, es el que se ha llevado la mayor evolución. El diseño, los materiales, y la evolución propia de las tecnologías para crearlos son los que han marcado las diferencias; y así, las raquetas se han hecho más resistentes y más pesadas, las pelotas han cambiado ligeramente su forma y su peso, y las zapatillas se han perfeccionado para proporcionar mayor comodidad y resistencia a cualquier superficie en la que se juegue al tenis.
Mención aparte merece el vestuario, que a pesar de ser lo que más ha cambiado a través del tiempo, no es una parte del equipamiento; es decir, cualquier ropa cómoda y fresca sirve para practicar tenis, por mucho que las modas y los que viven de ella nos hagan ver que se necesita algo especial para hacerlo. En un principio se eligió ropa de algodón de color blanco, por la comodidad y versatibilidad del tejido, y porque ese color reflejaba el sol y daba más frescura a la hora de realizar un esfuerzo; ahora, los tejidos de última generación absorben el sudor y tienen máxima flexibilidad, así que ha dejado de ser un problema. De cualquier forma, los colores y diseños llamativos de las nuevas equipaciones de tenis tienen más valor visual que deportivo, usados para llamar la atención del público más que para proporcionar alguna ventaja a la hora de practicar el deporte.
Así, no hay que comerse más el coco: ropa cómoda, una hora adecuada para realizar actividades deportivas, unas buenas zapatillas y un conjunto de raqueta y pelota medianamente aceptables, y ya tenemos todo lo necesario para darle un poco a la red.